El gobernador de Jalisco ha manifestado que planea pedir comprobantes de vacunación para conceder el acceso a determinados lugares como estadios de futbol o restaurantes.
A partir del mes de enero del 2022, en Jalisco sería obligatorio llevar el comprobante de vacunación para entrar a sitios como estadios de futbol, cines, teatros o restaurantes, otra de las amenazas del gobernador Enrique Alfaro Ramírez.
El mandatario, otra vez, está perdiendo el tiempo en distracciones y se aleja, cada vez más, de ser un gobierno cercano a la gente, que reconozca sus errores y que tome decisiones que beneficien en lugar de perjudicar.
Alfaro Ramírez, durante toda la pandemia, ha tomado decisiones que contravienen a los intereses de los jaliscienses y los ha utilizado como cortina de humo para tapar las irregularidades y enormes vacíos que como gobernante ha dejado en la entidad.
Poco se ha hablado de los más de 25 mil millones de pesos de deuda que ha solicitado el gobernador; tampoco se habla lo suficiente sobre la crisis de inseguridad que se vive en el estado, ni del transporte público que cada vez empeora más, ni de sus excesivos deseos de protagonismo con el gobierno federal, que provocan que Jalisco sea ignorado y no le lleguen los recursos necesarios.
Y se habla poco de todo esto, porque el mandatario ha desviado la atención a temas banales, que no abonan en lo absoluto a que el jalisciense pueda tener mejores condiciones luego de casi 2 años terribles.
Entre los operativos recaudatorios, que seguirán y se ampliarán, las constantes amenazas de cierre de negocios si la gente no se cuida, el permanente pleito con quien se le ponga en frente, desde AMLO hasta el rector de la UdeG, la compra poco transparente de pruebas de detección de covid-19 o sus inversiones millonarias a hospitales privados, que hoy no se utilizan como deberían, Alfaro ha ‘navegado’ con bandera de bueno, pero con resultados nefastos.
El mandatario dice que a partir de enero podrían comenzar a pedir certificados de vacunación, cuando en Jalisco no se ha vacunado al 100% de los adultos, ni se ha actuado con severidad con lo que ya está establecido, cuando no se tiene personal suficiente ni capacitado para poner orden en lo que ya es ley y que nunca se ha respetado.
¿Quién va a garantizar que las personas presenten su certificado? ¿Cómo van a comprobar que no son certificados falsos? ¿Van a pedirle al turista extranjero traer su certificado colgado del cuello para que pueda ingresar a la entidad? ¿Será Jalisco atractivo para los visitantes con tantas restricciones?
Ninguna de estas preguntas fueron ni serán respondidas, pues la propuesta es carente de sustento y es otro burdo intento más de Alfaro Ramírez para desviar la atención de los problemas reales de Jalisco.