El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) revela el hallazgo de más de 1,4 millones de fragmentos de cerámica y 50,000 bienes muebles e inmuebles, incluyendo el disco solar en Chichén Itzá, durante la construcción del Tren Maya. Este hallazgo se considera “el mayor tesoro arqueológico” de las últimas décadas en México.
Durante las obras de construcción del Tren Maya en el sureste de México, el Gobierno mexicano ha anunciado el descubrimiento de lo que se considera “el mayor tesoro arqueológico” de las últimas décadas. Diego Prieto Hernández, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó a EFE sobre este hallazgo sin precedentes.
Más de 1,4 millones de fragmentos de cerámica y más de 50,000 bienes muebles e inmuebles, entre ellos el disco solar en Chichén Itzá, la escultura del dios del maíz en Palenque, la estela dual en Uxmal, y bajorrelieves de un cautivo en Ek Balam, han sido descubiertos en los cinco estados que atraviesa la ruta del Tren Maya: Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas.
Diego Prieto Hernández destacó la importancia de recuperar la información integral para reconstruir las estructuras sociales y del pensamiento de los mayas. Además, resaltó la complejidad de los sistemas urbanos de comunicación y comercio que se desarrollaron en el área maya de Mesoamérica.
El arqueólogo subrayó el redescubrimiento de Ichkabal, una ciudad majestuosa de la nación maya que abrirá al público en agosto próximo. Este hallazgo proporciona nuevas perspectivas sobre la cultura maya y su evolución a lo largo del tiempo.
El Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), derivado del proyecto del Tren Maya, ha desempeñado un papel crucial en la investigación y recuperación de la memoria maya. Este programa ha permitido generar nuevos conocimientos sobre la densidad de población en Mesoamérica, especialmente en el norte de Chiapas, la selva de Tabasco, el sur de Campeche y la Península de Yucatán.
Los tesoros arqueológicos descubiertos estarán abiertos al turismo, exhibiéndose en los Museos Arqueológico del Puuc, de Sitio de Dzibilchaltún y Chichén Itzá, así como el Museo de Historia de Yucatán, que abrirá en los próximos meses. Este hallazgo no solo enriquece el patrimonio cultural de México, sino que también ofrece una nueva visión de la civilización maya y su legado continuo en las variantes lingüísticas y pueblos que han resistido hasta hoy.