El Gobierno de Jalisco ha dado un paso importante en la conservación del medio ambiente al declarar dos nuevas Áreas Naturales Protegidas: El Bajío y Sierra El Cuale. Estas zonas serán resguardadas para garantizar el suministro de agua y proteger la biodiversidad de la región.
Jalisco amplía su red de áreas protegidas para asegurar un futuro sostenible
El Gobierno de Jalisco, a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), ha dado un significativo paso hacia la conservación de sus recursos naturales al declarar dos nuevas Áreas Naturales Protegidas (ANP): el Área Estatal de Protección Hidrológica El Bajío en Zapopan y el Área Estatal de Protección Hidrológica Sierra El Cuale, que abarca los municipios de Cabo Corrientes, Mascota, Puerto Vallarta y Talpa de Allende.
Con esta declaratoria, Jalisco reafirma su compromiso con la protección del medio ambiente y el equilibrio ecológico. El Bajío, con una extensión de 971.27 hectáreas, destaca por su relevancia hidrológica y su alta biodiversidad. La declaratoria de esta ANP garantiza la conservación del 87% de su superficie en estado natural, lo que contribuirá a mantener la estabilidad ambiental de los ecosistemas y a asegurar el suministro de agua.
Un aspecto innovador de esta declaratoria es la integración de criterios y estrategias para gestionar la urbanización a partir de la capacidad de carga hidrológica. Esto permitirá un desarrollo urbano más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Por su parte, Sierra El Cuale, con sus 81,887.75 hectáreas, es de vital importancia para el sistema hidrológico regional y el abastecimiento de agua a Puerto Vallarta. Además, contribuye a regular el microclima y protege a la región de fenómenos naturales como ciclones y huracanes.
El programa de manejo de esta ANP contempla actividades productivas como el ecoturismo, la agricultura y la ganadería, pero con un enfoque en la sostenibilidad y la regeneración. Se buscará mejorar las condiciones de vida de las comunidades locales y generar oportunidades de empleo a través de prácticas más sustentables.
La Semadet destaca que ambas declaratorias son resultado de un amplio proceso de consulta pública, en el que se recibieron y analizaron cientos de observaciones. Este ejercicio participativo garantiza que las decisiones tomadas sean acordes con las necesidades y expectativas de la sociedad.