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Jovenes de Jalisco involucrados en homicidio y narcomenudeo

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Los especialistas aseguraron que la misma familia puede ser una mala influencia al incitar al menor a desarrollar conductas delictivas

El narcomenudeo usa a menores de edad, los envuelve y usa para la comisión de homicidios, hay al menos mil procesados, por año por ese delito. Desafortunadamente muchas de esas ocasiones su propia familia está ligada a las mismas actividades criminales.

A nivel nacional, son 11 mil menores al año procesados por homicidio entre 2006 y 2011, y 26 mil enfrentaron a la Ley por delitos de comercio, posesión y consumo de drogas o portación de armas de fuego.

Son datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Mil menores de edad en promedio son procesados anualmente en Jalisco desde 2014, por distintos delitos; la mayoría son hombres, aunque hay cada vez más mujeres involucradas.

Se advirtió que es importante que la familia tenga medidas preventivas para impedir que delinca, así como la intervención de trabajadores sociales y psicólogos para evitar que el menor reincida y pueda reincorporarse, de una manera adecuada, a la sociedad.

“Lamentablemente, con las familias y los menores de edad no es un trabajo que permita generar nuevas herramientas y formas de afrontar esta situación debido a que, en muchos casos, el menor puede llegar a ser victimizado, señalado como un niño-problema, y esto también lo va integrando a su propia persona, lo que provoca que sea complicada la intervención”.

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Se aseguró que la solución para los menores infractores no es sólo bajar la edad en la que pueden ser enjuiciados, sino que haya formas alternativas para sancionarlos y hacer el manejo psicosocial, pues cuando se les juzga como adultos el estado emocional y psicológico del niño o adolescente no es lo más adecuado.

“Tenemos que entender que está ahí por alguna razón, y entender las historias que hay detrás, porque a veces son sumamente complicadas. No solamente es lo que conoce la gente de cómo llevó a cabo el delito y lo que los medios de comunicación dan a conocer”.

Los especialistas aseguraron que la misma familia puede ser una mala influencia al incitar al menor a desarrollar conductas delictivas, por lo que es importante valorar el entorno familiar desde los centros educativos y los programas sociales que ofrece el Estado.

“Se han identificado a familias que viven del narcomenudeo y que se dedican al secuestro, y los niños tienen que crecer en estos grupos en que el delito es permitido, incluso la violencia es el único medio para resolver los conflictos. El trabajo que tenemos que hacer es directamente con las familias y las comunidades. No es una labor fácil, que se pueda realizar de la noche a la mañana, sobre todo cuando los niños aprenden que esta conducta puede llegar a ser una forma de vida”. (Con información de de El Occidental)

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