Una mujer decidió demoler su casa de tres pisos en respuesta a una solicitud de desalojo de su exsuegro. La vivienda fue construida en el terreno de su exsuegro, y la mujer decidió destruirla después de perder un litigio sobre la propiedad del terreno.

Una situación insólita se vivió en Chancay, Perú, cuando una mujer identificada como Lorena Ramírez tomó la drástica decisión de demoler su casa de tres pisos en respuesta a una solicitud de desalojo presentada por su exsuegro ante el Poder Judicial.

La historia se desarrolla tras la separación de Lorena Ramírez de su expareja, Ricardo Vega, después de varios años de relación. La vivienda en cuestión, una casa de tres pisos que incluía un restaurante donde Ramírez trabajaba, fue construida en el terreno de su exsuegro en la zona rural de Culebra, Chancay.

Ramírez perdió el litigio relacionado con la propiedad del terreno y, en un acto frenético, comenzó a demoler la casa, destruyendo pisos, paredes y techos. Según argumentó, el terreno pertenecía a su suegro, pero la casa era suya, y por eso decidió dejarla vacía.

“Quiere que le entregue el terreno, mas no la edificación porque eso yo lo he hecho, a mí me ha costado, me he privado de muchas cosas para tenerla la casa”, expresó Ramírez al medio local.

La mujer también reveló que había demandado a su expareja, Ricardo Vega, por no cumplir con el pago de la pensión alimenticia de sus cuatro hijos. Afirmó que Vega los había abandonado hace más de siete años y presentó un documento en el que él admitía haberse retirado voluntariamente del hogar.

Además, Ramírez destacó que durante cinco años había cuidado a su exsuegra, quien tenía problemas de salud mental, mientras mantenía una relación con Vega. Esta historia llama la atención por la extrema medida tomada por Ramírez en respuesta a la situación legal en la que se encontraba.