El senador con licencia y aspirante a la gubernatura de Nuevo León dijo que ‘hay quienes tienen un sueldito de 40-50 y son felices’.
El resurgimiento de un video, presuntamente grabado hace más de un año, volvió a poner al senador de Nuevo León, Samuel García, militante del partido Movimiento Ciudadano (MC), en el centro de la polémica.
Y es que en el extracto de una entrevista, que se ha viralizado este martes, el legislador de 32 años aparece diciendo que él ha conocido a gente muy valiosa “que viven con un sueldito de 40-50 (mil pesos) y son felices; tienen pa’ su familia, pa´las colegiaturas…”.
Enseguida los usuarios con todo tipo de comentarios, desde irónicos hasta reclamos serios, señalaron que la grabación solo evidencia la realidad paralela en la que viven muchos políticos en México, que ni siquiera están conscientes de las condiciones reales en las que vive la ciudadanía.
García se defendió. A través de su cuenta de Twitter demandó una supuesta guerra sucia en su contra –ya que busca la gubernatura de su estado en 2021– e insistió en que sus declaraciones fueron sacadas de contexto de un entrevista realizada hace años y medio. Y para probar su punto publicó una parte más grande de ese diálogo.
Al parecer, efectivamente el senador hablaba del salario de funcionarios públicos que, él subrayaba, con lo que ganaban tenían para vivir bien, en el contexto de que no es necesario para un servidor caer en otro tipo de comportamientos ilícitos para tener más ingresos.
Pero hay una parte que inevitablemente es verdad y resulta preocupante: el que busca ser gobernador del estado de Nuevo León llamó “sueldito” a un salario mensual de 40-50 mil pesos al mes.
Y es un foco rojo tal declaración tomando en cuenta que el salario mínimo en México, este 2020, es de 123.22 pesos diarios, alrededor de 3,700 pesos al mes. Eso es casi 15 veces menos que el “sueldito” al que hizo referencia Samuel García.
Además el salario promedio mensual mexicano, de acuerdo con el Observatorio Laboral de la Secretaría del Trabajo, es de 6,403 pesos. Es decir, una cantidad bastante alejada de esa a la que el senador se refirió en tono modesto.