La última luna llena del año, conocida como Luna Fría, iluminará el cielo nocturno este 15 de diciembre. Este fenómeno astronómico, cargado de significado cultural, ofrece una oportunidad única para conectar con la naturaleza y reflexionar sobre el paso del tiempo.
Con la llegada del invierno, el cielo nocturno se prepara para uno de los eventos astronómicos más esperados del año: la Luna Fría. Este fenómeno, que marca el cierre de los ciclos lunares, podrá ser apreciado en todo su esplendor en México durante la noche del 15 de diciembre.
Según expertos, el mejor momento para observar la Luna Fría será a partir de las 8:00 p.m., siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan. Aunque a simple vista parecerá llena durante tres noches consecutivas, su punto de máxima iluminación solo durará unas pocas horas.
Pero, ¿por qué se llama Luna Fría? Este término tiene sus raíces en las antiguas tradiciones de los pueblos nativos americanos y europeos, quienes asociaban los nombres de las lunas llenas con las características climáticas y los ciclos naturales de cada estación. En el caso de la Luna Fría, su nombre hace referencia a las bajas temperaturas y al inicio del invierno en el hemisferio norte.
Este plenilunio no solo es un espectáculo visual, sino también un momento de reflexión y conexión con la naturaleza. Para muchas culturas, la Luna Fría representa un símbolo de transformación y renovación, un momento para dejar atrás el pasado y prepararse para el futuro. Los pueblos originarios de Estados Unidos, por ejemplo, asociaban este evento con cambios en la fauna y la flora, como la muda de los cuernos de los ciervos y el florecimiento de nuevas plantas.
La NASA señala que la Luna Fría, al elevarse más alto en el cielo nocturno durante el invierno en el hemisferio norte, ofrece una vista aún más impresionante para los observadores. Además de su belleza, este fenómeno ha sido objeto de numerosas leyendas y mitos a lo largo de la historia, convirtiéndola en una fuente de inspiración para artistas y poetas.