En la conferencia de prensa previa a la pelea de Jaime Munguía en Las Vegas, Óscar De la Hoya y Saúl “Canelo” Álvarez protagonizaron un tenso intercambio verbal, con acusaciones y descalificaciones mutuas.

La conferencia de prensa previa a la esperada pelea entre Jaime Munguía y Saúl “Canelo” Álvarez, programada para el próximo sábado en Las Vegas, tomó un giro inesperado cuando el ex promotor de Álvarez, Óscar De la Hoya, y el propio pugilista se enfrascaron en un intercambio verbal lleno de tensión y descalificaciones.

De la Hoya, actual promotor de Jaime Munguía, tomó la palabra para abordar un supuesto examen antidoping fallido por parte del boxeador jalisciense. Expresó su deseo de reclamar respeto hacia “Canelo” y cuestionó si su historial en el ring justifica su actitud.

“Parece tener problemas para recordar quién lo ayudó a convertirse en una verdadera estrella mundial. Para ser claros, no tengo nada más que respeto por Canelo Álvarez como peleador (…) pero ha pasado gran parte de los últimos dos meses insultándome en lugar de promover esta pelea (…) Golden Boy (Promotions) construyó a Canelo Álvarez. La empresa por la que luchaste durante cuatro décadas siempre ha tenido un nombre y es el mío. Así que ponle un poco de jodido respeto“, señaló De la Hoya.

En respuesta, Álvarez tomó el micrófono y dirigió insultos hacia De la Hoya, calificándolo como “lacra del boxeo” y acusándolo de desviar la atención de Munguía. Las acusaciones no se limitaron al ámbito deportivo, ya que “Canelo” insinuó que De la Hoya podría estar involucrado en actividades ilegales fuera del ring.

“Para este imbécil, intento de gente, que tengo aquí a mi izquierda (Óscar De la Hoya), que no se le olvide que yo ya vine siendo el Canelo a Estados Unidos y que solamente lucró con mi nombre, nunca perdió un solo centavo, sino más, ganó dinero. ¿Ya le pagaste a Golovkin lo que le querías robar? (…) Lo único que hace este hombre es ser una lacra del boxeo, robarle a los boxeadores para el que esté con él, meta por favor, ahí a sus abogados”, respondió Canelo.

El intercambio, aunque no llegó a la violencia física, dejó claro el nivel de tensión entre ambas partes, generando aún más expectativa para el encuentro del próximo sábado. Los aficionados esperan ansiosos no solo el enfrentamiento en el ring, sino también el desenlace de esta confrontación verbal fuera de él.