El organismo tiene derrames de aguas negras que van al río y la diferencia entre el agua limpia y la sucia es palpable.
El Seapal Vallarta ha logrado algo histórico en el río Pitillal: pintarlo de dos colores diferentes, gracias a la derrama de aguas residuales que llegan directamente al cauce.
Desde hace semanas, en la colonia San Esteban, sobre la calle Alemania, hay una derrama de aguas residuales importante, que ha molestado a los vecinos y ha pintado al río Pitillal con un grotesco color gris, propio de las aguas no tratadas.
La contaminación en el río es notable y los daños ecológicos podrían cobrar factura en las playas de Puerto Vallarta, pero a Seapal parece no importarle.
Además, este río es muy utilizado por gente que sale a buscar peces y camarones para consumo y para divertirse, pues es un río que permite la recreación, sin embargo, las afecciones de salud que se podrían dar por entrar en contacto directo con aguas negras son preocupantes.
Seapal está completamente colapsado desde que lo municipalizaron hace 18 meses, y no parece haber forma pronta en la que el organismo pueda sacar la cabeza a flote y dejar de contaminar a nuestra ciudad.