Arturo Dávalos prefirió ir a desayunar, antes que dar la cara ante manifestantes que le pedían permiso de reabrir sus negocios o apoyos económicos.
Fiel a su costumbre, con la misma actitud apática, sin ponerse en los zapatos de la ciudadanía y, sobre todo, sin el mínimo interés de resolver los problemas que tienen los ciudadanos a los que gobierna, Arturo Dávalos Peña volvió a esconderse ante las manifestaciones de los vallartenses.
Este jueves salieron a pedir apoyos los dueños y trabajadores de salones de eventos, bares y antros, debido a que solo han podido laborar 5 meses del último año y la falta de apoyos gubernamentales los tiene en la quiebra.
El contingente se reunió en el centro de la ciudad, exigiendo hablar con el alcalde, sin embargo, Arturo Dávalos no dio la cara y otra vez mandó al secretario general en su lugar.
El alcalde desapareció del mapa, el alcalde se enajenó de su cargo, el alcalde ha decidido dejar de prestarle el 100% de su tiempo y voluntad a la gente que ya lo eligió en 2 ocasiones y que hoy, esperan que por lo menos tena el valor de darles la cara.
Arturo Dávalos, el hombre que quiere seguir aferrado a la nómina pública, el político que dice amar a Vallarta pero no responde a los llamados de la gente.
Arturo Dávalos, el que quiso pedir licencia a media pandemia para concentrarse en su proyecto político con miras a la diputación local y que no pudo hacerlo porque le tomaron la policía municipal.
Arturo Dávalos, el gran deudor de Puerto Vallarta.