El río, que se desbordó y provocó daños millonarios, sigue perdiendo terreno gracias a las obras que no han parado y la bomba de tiempo sigue activa.

El Río Cuale demostró, durante la noche del sábado 28 de agosto y madrugada del domingo 29 del mismo mes, una fuerza que tenía escondida, pero que nunca se fue.

Dentro de los muchos daños que provocó el desbordamiento de este río, uno de los más importantes es el causado en El Caloso, específicamente en un enorme edificio que estaba construido en zona federal y que tiene hoy por hoy un área completamente en el aire.

Cuando el río por fin se calmó y se pudo hacer una valoración de los daños, se determinó que ese edificio debía ser desalojado por el inminente riesgo de colapso y la zona debía estabilizarse lo antes posible, para que el daño no fuera mayor.

Y así ocurrió durante los primeros días, no obstante, con el paso de las semanas la maquinaria continuó trabajando y, a un mes y medio del paso del huracán, el Río Cuale tiene un cauce mucho más angosto porque la obra, al parecer, no ha parado.

Todavía este jueves una enorme máquina estaba retirando rocas del cauce del río, para seguir con la construcción de este enorme dique, con la finalidad de hacer más angosto el río y más profundo, para que no genere más daños en caso de que las lluvias continúen.

Sin embargo, los vecinos temen que la obra de este enorme edificio provoque que el río se desborde hacia zonas diferentes y los daños a las viviendas sean mucho mayores.

GST medios ha cuestionado a las autoridades para saber el estatus de esta obra, y para conocer cuáles son los pasos a seguir en la misma, pero la información no ha fluido de manera clara y ni los vecinos del Caloso ni la ciudadanía vallartense en general, tiene certeza de lo que está ocurriendo en este lugar.

El río Cuale es uno de los ríos con una fuerza imposible de medir y cuando las lluvias provoquen que su cauce crezca, como el 28 y 29 de agosto, no habrá poder ni obra humana que pueda contraer y los daños serán todavía peores