Padres de familia del jardín infantil han denunciado ante la Procuraduría General de Justicia de Chiapas y la Fiscalía de Asuntos Indígenas de la ciudad de Ocosingo la presión que viven por parte de la banda paramilitar Los Petules de entregarles el dinero.
La rifa del avión presidencial llevada a cabo en septiembre de 2020 tuvo 100 ganadores los cuales se llevaron cada uno un premio de 20 millones de pesos mexicanos. Entre los ganadores se contaron hospitales y escuelas.
Uno de los ganadores fue el jardín infantil José María Morelos y Pavón en El Nacimiento, comunidad indígena en el estado de Chiapas, al sur del país. El jardín de niños, ubicado en una de las zonas más pobres de México, planeaba usar parte del dinero para construir un techo nuevo y donar 14 millones de pesos (660 mil dólares) a la comunidad local.
Comunidad indígena Nacimiento de #Ocosingo #Chiapas pasa de la alegría a la decepción; sus pobladores están al borde de la tragedia. Se ganan 20 MDP en rifa #AviónPresidencial, los dirigentes comunitarios se roban el dinero y ahora, grupo armado quiere obligarlos a comprar armas pic.twitter.com/w9DrLdoWgA
— Gabriela Coutiño (@GabyCoutino) November 22, 2021
Pero la alegría pronto se convirtió en pesadilla. El 21 de noviembre, medios mexicanos informaron que al menos 28 familias de niños que asistían al jardín infantil se habían visto obligadas a huir, dado que un grupo criminal estaba exigiendo el dinero.
“Ganamos 20 millones de pesos, pero la banda paramilitar Los Petules dicen que el dinero es para comprar armas y nosotros no estamos de acuerdo”, dijo a la prensa Melesio López Gómez, representante de las familias.
Otro miembro de la comunidad, Marcelo Santiz López, dijo que un miembro de Los Petules le había propinado un disparo y que la pandilla había robado la tarjeta de crédito de la cuenta bancaria donde estaba depositado el dinero, así como una gran suma de dinero en efectivo.
Durante una protesta de las familias en San Cristóbal de las Casas, López Gómez confirmó que habían abandonado sus tierras en octubre de este año, después de meses de ataques y amenazas de muerte. Esto hizo que también perdieran más de 250 cabezas de ganado, así como cosechas de frijoles y maíz de las que depende la comunidad.
Los integrantes de la comunidad presentaron denuncias ante la Procuraduría General de Justicia de Chiapas y la Fiscalía de Asuntos Indígenas de la ciudad de Ocosingo, pero al parecer no han recibido respuesta.