El presidente explicó sus razones del la respuesta negativa que se dio a través de la (SRE) por un principio histórico de la no intervención.

Los grandes medios del país norteamericano anunciaron el día 7 pasado como el virtual ganador de los comicios al candidato demócrata Joe Biden frente a su adversario y el actual mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump.

La gran mayoría de los jefes de Estado del mundo, felicitaron a Biden y a la virtual vicepresidenta electa Kamala Harris.

Mientras tanto el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) optó por esperar a los resultados oficiales.Y entonces sucedió que el equipo de Joe Biden se comunicó con la embajada mexicana para convenir una llamada telefónica con el presidente López Obrador.

El presidente explicó sus razones del la respuesta negativa que se dio a través de la (SRE) por un principio histórico asentado en la Doctrina Carranza, que antecede a la Doctrina Estrada, que data de 1918: la no intervención.

Sólo hasta que las autoridades de ese país definan legalmente al ganador de la elección presidencial americana, porque la política exterior mexicana se basa y establece en los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos.

En palabras más claras por los principios de la Doctrina Carranza en materia de las relaciones internacionales que se pueden resumir a grande rasgos en paz universal, que todos los países son iguales, así como que ningún país debe intervenir en ninguna forma y por ningún motivo en los asuntos exteriores de otros sometiéndose estrictamente y sin excepciones, al principio universal de no intervención. Nacionales y extranjeros deben ser iguales ante la soberanía del país.
Mientras que la doctrina Estrada básicamente establece que su país no se pronunciaría sobre la legitimidad de los gobiernos de otros países ni los calificaría.

El Informador