La alumna habría recibido amenazas, mismas que luego se transformaron en golpes ante la mirada de otras compañeras que solo se limitaron a grabar los hechos. Los padres de la afectada piden justicia, pues señalan que hasta el momento la agresora no ha recibido castigo y su hija continua con miedo.
Puerto Vallarta, Jalisco. 26 de enero de 2024.- Durante aproximadamente 3 semanas consecutivas, una alumna de la Secundaria Técnica #56 ubicada en la delegación de Ixtapa, sufrió amenazas por parte de otras compañeras de dicha institución hasta que el pasado martes 23 de enero las amenazas se convirtieron en golpes ante la mirada de otros compañeros de dicha institución que solo se limitaron a ser espectadores pasivos de los hechos.
En el video, mismo que comenzó a circular en redes sociales, se observa a la joven siendo golpeada en repetidas ocasiones por su agresora. “Quítate las cosas” le dice la agresora, mientras que la joven le responde “no me voy a pelear contigo”. Golpes en el rostro y jalones de cabello que solo pararon cuando otras compañeras solicitaron a la agresora el alto y porque la víctima no dio pie a que continuara la agresión.
Con los videos y las lesiones de su hija, los padres de la joven víctima de bullying acudieron a la institución para hablar con el personal directivo, entre ellos el Director del plante, Refugio Navarro Ruiz. El señor Carlos, padre de la víctima, expresó a GST Medios que a pesar de los hechos, el director Navarro solo se limitó a poner en un “récord” las agresiones. Acudiendo posteriormente a las oficinas de la Delegación Regional de Servicios Educativos (DRSE) donde la respuesta fue igual de desalentadora, pues a pesar de todos los movimientos solo lograron cambiar a su hija a otro turno.
Esta medida no ha resuelto el problema, pues los padres señalaron que su hija ha continuado con amenazas, pues la agresora vive tan solo media cuadra de la institución educativa y ellos mismos han sido testigos de como amigas de esta joven han intimidado a su hija, quien ahora vive con miedo.
Ante la falta de eficacia de las autoridades, los padres decidieron abordar directamente a los familiares de la agresora. Sin embargo, la respuesta de estos fue sorprendentemente indiferente, defendiendo el comportamiento violento de la joven y señalando que otras chicas han sufrido peores condiciones a manos de la misma agresora, revelando un patrón de conducta repetitiva.
Los padres piden justicia para su hija, quien ahora necesita apoyo psicológico debido a las secuelas que estas agresiones le han dejado.
El origen de este caso de bullying se remonta a una caída que sufrió la agresora de 14 años, incidente que la víctima presenció y por el cual se rió. Este aparente acto de burla desencadenó una serie de amenazas que escalonaron hasta llegar a las agresiones físicas y que ahora tienen a los padres de familia demandando una respuesta efectiva por parte de las autoridades correspondientes.