La variante B.11.529, también llamada Omicron, ha sido clasificada por la Organización Mundial de la Salud como “preocupante”, debido a su rápida propagación.
La nueva variante del coronavirus, Omicron, fue identificada en Sudáfrica y ahora también ha sido detectada en partes de Europa y del continente asiático. Esta nueva variante ha provocado preocupación a nivel mundial pues debido al número de sus mutaciones podría favorecer la propagación e incluso evadir los anticuerpos de una infección previa o de la vacunación.
La noticia de la variante llevó a los países a anunciar nuevas restricciones a los viajes el viernes e hizo que los fabricantes de medicamentos se apresuraran a comprobar si sus vacunas para el C-19 seguían siendo protectoras.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó el viernes la variante B.1.1.529, u omicron, como una “preocupante” del SARS-CoV-2, diciendo que puede propagarse más rápidamente que otras formas de coronavirus.
La nueva variante presenta más de 30 mutaciones en la parte del virus a la que se dirigen las vacunas disponibles, además se sospecha que ha provocado un aumento de las nuevas infecciones en Sudáfrica.
Es probable que las mutaciones de omicron hagan que ciertos tratamientos contra el Covid-19 -incluidos algunos anticuerpos fabricados- sean ineficaces, dijo el doctor David Ho, profesor de microbiología e inmunología de la Universidad de Columbia.
Las píldoras antivirales experimentales -como Paxlovid de Pfizer Inc y molnupiravir de Merck & Co Inc – atacan partes del virus que no han cambiado en omicron, y estos fármacos podrían ser aún más importantes si la inmunidad natural y la inducida por la vacuna se ven amenazadas.
Ante estos señalamientos la comunidad científica ha manifestado que es necesario mantener el uso de mascarillas, evitar las multitudes, ventilar las habitaciones y continuar con el constante lavado de manos.